Hoy en día hay muchos métodos de llevarte los documentos para poder consultarlos y editarlos siempre que lo necesitas, desde una pequeña memoria USB en el llavero, pasando por subirlo «a la nube» con Google Docs, o enviarlo y reenviarlo por correo electrónico. Pero siempre me resultaba algo tedioso tener que sincronizar constantemente de forma manual los cambios en la memoria USB, acordarme de enviarlo por correo, o la limitación a unos cuantos formatos para la edición en Google Docs, contando con que no puedo editarlos en offline.
Te acabas acostumbrando, pero alguna que otra vez se me ha olvidado esa «sincronización» en la nube… hasta que descubrí el servicio de Dropbox.
Un sistema completamente transparente de sincronización de ficheros, totalmente gratuito con 2Gb de capacidad. Tan fácil como editar un archivo de forma local, y una vez que lo guarde, el servicio sincroniza automáticamente la última versión del archivo en internet. Si tengo la cuenta de Dropbox asociada en varios ordenadores, si lo modifico desde uno, automáticamente se actualiza en el resto… sin hacer nada. Además, tienes la posibilidad de recuperar versiones anteriores de las modificaciones realizadas a cada fichero… un sencillo gestor de versiones totalmente transparente.
Como punto a tener en cuenta, es que si necesito compartir un archivo grande, ya no tendré que ir partiendo en cachos para ir mandando por correo, o ir subiendo manualmente el fichero a Megaupload o similares. Lo muevo a la carpeta Pública y con el botón derecho del ratón puedo obtener la URL pública para que cualquiera pueda acceder a ese archivo.
Para mí, un punto más que positivo es que tiene versiones tanto para Windows, Mac como para Linux. Y si estás en un ordenador que no es tuyo, podrás acceder a todos tus ficheros sincronizados a través de su página web.
Yo todavía no le encuentro pegas. Si te convence y quieres probarlo, si sigues este enlace tendrás de regalo 250Mb más totalmente gratis.